La elección del plato de ducha

Hubo una época en que la bañera era la pieza estrella del cuarto de baño. Sin embargo, aunque se puede disfrutar mucho de ella para las sesiones largas y relajantes, el plato de ducha se ha convertido en un elemento esencial en cualquier vivienda.

La funcionalidad, la comodidad, el ahorro de agua y, por qué no, las prisas con las que vivimos nos llevan a recurrir a la ducha de forma mucho más habitual. Por eso, atrás queda su papel secundario en un espacio minúsculo.

Ahora, a la ducha se le asigna una mayor superficie en el cuarto de baño para poder utilizarla de manera confortable, y han mejorado muchísimo las posibilidades de diseño y materiales, tanto en lo que respecta a los alicatados, como a la grifería, la mampara y, por supuesto, el plato.

En este post vamos a hablar del plato de ducha, elemento principal del conjunto. Su tamaño y estética influye en gran medida en la estética del cuarto de baño, por lo que hemos de elegirlo con mucho cuidado. La primera decisión que debemos tomar es con respecto a su tamaño. Obviamente, debe estar en proporción con la superficie disponible.

Se considera que, si la estancia es menor de 3,5 m2, quizá conviene un plato de ducha cuadrado o redondo, aunque dispondremos de menos espacio. Si el cuarto de baño es mayor, cabe plantearse un modelo rectangular e incluso que vaya de lado a lado en la pared para ganar en confort.

Elegir el material apropiado

La segunda cuestión importante es el material. Los avances en diseño y fabricación permiten que dispongamos de muchos tipos de materiales, a su vez con decenas de tonalidades que puedan combinar con otros elementos. Todos los materiales deben tener en común el carácter antideslizante, puesto que, de lo contrario, el riesgo de caída es grande. Si no, tendremos que colocar alfombras o piezas antideslizantes que a menudo deslucen el aspecto final del cuarto de baño. Veamos entre qué materiales podemos elegir:

  • Cerámica. Es el material más económico y tiene gran resistencia a los productos químicos, Sin embargo, también resulta sensible a los golpes y no presenta buenas propiedades antideslizantes.
  • Resina: mezcla de resina y otros minerales, pueden tener un grosor mínimo, lo que permite colocar platos de ducha a ras de suelo, aspecto que los hace muy cómodos. Existen una gran variedad de acabados y niveles de antideslizamiento, por lo que hoy están entre los más preferidos.
  • Piedra natural: hechos en pizarra, mármol o granito, son los más exclusivos, porque dotan de gran distinción al cuarto de baño. Por otra parte, presentan un alto grado de antideslizamiento.
  • Acrílicos: combinación de material acrílico y fibra de vidrio o poliuretano, también son más económicos. Resultan muy ligeros, algo que favorece su instalación, y son menos resbaladizos que los cerámicos.

Por otra parte, también hemos de pensar en su durabilidad y limpieza. La ducha es un lugar muy propenso a la acumulación de humedad y mohos por la condensación que se forma con la mampara. Por ello, debe limpiarse con frecuencia y muchas veces con productos agresivos. No conviene olvidarlo.

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